Pan y queso. Un gran ejemplo de que la más pura tradición culinaria, la que nace allá en la Edad Media cuando eran el alimento imprescindible que los peregrinos cargaban en su cesta, continúa manteniendo su vigencia mientras se abre a las nuevas propuestas del mercado y se adapta a las necesidades diarias. El pan y el queso siempre permanecen unidos en nuestra cocina, ya sea en bocadillos, sándwiches o pizzas para quienes optan por productos elaborados como en las tablas para los que se deciden por el queso más puro.

Las panaderías expanden su catálogo incluyendo variados alimentos a sus clásicas recetas de pan, y ante tantos sabores con los que experimentar se complica la elección. Después de pasar largo tiempo en la tienda decidiendo que quesos entran en nuestra cesta semanal se hace imprescindible hacer lo propio en la panadería. Para ello es necesario conocer qué quesos hemos comprado y cómo vamos a servirlos, después hay ciertas combinaciones que pueden facilitarnos el trabajo sin olvidar lo útiles que pueden ser los consejos de nuestro panadero.

Escoger pan para cada tipo de queso.Tanto para acompañar una cuidada tabla como para preparar una deliciosa tosta hay que pararse a pensar qué pan es el que más potenciará el sabor del queso y viceversa. Aunque en una tabla siempre es recomendable servir panes variados también es posible seleccionar los más acordes porque existen uniones consolidadas.

Los quesos cremosos y de untar aportan muchas posibilidades. Desde las más tradicionales como el pan tostado o los biscotes a panes con sabores más fuertes, siendo interesantes las combinaciones con frutos secos como almendras o uvas pasas, pasando por el pan de centeno. Si buscamos entre los panes más fáciles de encontrar la chapata es muy versátil e idónea para distintas variedades mientras la tradición impone los quesos curados con pan de pueblo. De hecho esta modalidad de pan ofrece grandes recetas con nuestro lácteo favorito al ser muy común en la elaboración de tostas, pero también es posible acompañarlo de una fondue.

pan-queso-fresco-mumumioSi miramos al extranjero Francia no despunta sólo por su variedad quesera, también lo hace por la panera. Simplemente escogiendo el más común, la bagguete, ya estaremos asegurando un compañero adecuado a nuestro queso. Para un toque más exótico la tradición oriental propone el pan de pita con queso fresco o feta. Pero estos dos alimentos no funcionan sólo por separado, culturas como la hindú han mezclado tradicionalmente estos productos en su naan (pan) de queso, aunque el pan de queso es una receta casera que siempre se ha considerado un acierto.

Cada día nos encontramos más panaderías selectas de diferentes calidades, y al igual que con el queso uno de los trucos para valorar el producto es olerlo, intentar conocer sus ingredientes a través del olfato es la mejor forma de acercarnos a su presencia en la mesa.

Foto: Ibán (cc) / Mumumío (cc)

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