Viajes con queso: Destino Bélgica

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Nos encontramos en un aeropuerto con nuestro billete en la mano. Destino: fuera de nuestras fronteras.

Nos acompañamos de los nuestros, lo que hace unos años solo estaría al alcance de Willy Fog y Rigodon hoy está al alcance de todos, solo tenemos que rastrear destinos de compañías low cost y listos para viajar, culturizarnos, aprender y cómo no, conocer el amplio y maravilloso mundo de la gastronomía.


En esta ocasión nuestro destino es Bélgica, donde no podremos irnos sin probar sus Moules (mejillones), sus gofres o chocolates, o sus orgullosas patatas fritas de las cuales se jactan hasta el punto de considerar todas las demás burdas imitaciones. Pero si en algo los belgas tienen una tradición milenaria es en la elaboración de cerveza, si nos plantamos en Bruselas y pedimos una cerveza, nos miraran a los ojos esperando que les digamos cual, y es que en Bruselas nos podemos encontrar bares con más de mil o dos mil cerv20141021_193702_Androidezas, de hecho al acercarnos a la barra veremos un grueso libro en el que su sinopsis es birra, birra y birra. Y es que la cerveza nos la encontraremos por todos lados, en sus menús no fallará un plato de carne con salsa de cerveza o un queso de corteza lavada en cerveza. Aaaaa! El queso por fin, y es que Bélgica es muy quesera aunque es curioso que hasta mediados del siglo XX no resurjan antiguas recetas lugareñas o de monasterios de la mano de productores emprendedores que recuperan para si el manjar de manjares.

Si vemos la gama de quesos belgas enseguida nos daremos cuenta de las cortezas naranjas producidas por los lavados. El Chimay uno de los quesos más tradicionales de Bélgica, que se comenzó a elaborar por los monjes trapenses, tiene una variedad llamada Chimay a la biére que se lava varias veces con “biére chimay”, este queso tiene un ligero sabor a lúpulo y cómo no se recomienda acompañar de cerveza trapista chimay.
Pero quizás el queso más famoso sea el Herve (DOP) en el que su historia se remonta al siglo VII y que tiene un gran empuje durante la época de Carlos V en la que queda prohibida la exportación de trigo a los países bajos y los campesinos se reinventan produciendo quesos.
Otro reputado queso es el Passendale que aunque pertenece a los quesos jóvenes se ha labrado un cierto nombre fuera de sus fronteras, y es que este queso recibe el nombre del pueblo donde se produce, situado en Flandes.
Seguimos viajando y en una de nuestras paradas nos damos de bruces con el Brusselse kaas que se elaboraba desde hace siglos pero que al igual que gran parte de los quesos Belgas resurge en los años 60 gracias a una producción más industrial. Cabe destacar que20141021_193827_Android en su periodo de maduración, de dos meses como mínimo, se lava regularmente con agua salada y se unta con un cultivo de bacterias locales que se utilizan también para la elaboración de cerveza Lambiek y quizás por esto marida estupendamente con susodicha cerveza.

Nuestro viaje va llegando a su fin, si bien aún nos quedan muchos lugares que visitar y quesos que conocer, aunque pensándolo mejor, así nos guardamos una excusa con la que volver. Y que mejor manera de ir terminando que con un queso muy artístico ya que recibe el nombre del pintor flamenco Rubens, además de que reúne los requisitos del típico queso belga; queso de corteza lavada, de color marrón-rojiza y al igual que los anteriores de leche de vaca como la mayoría de los quesos Belgas. Cabe mencionar que los quesos de cabra también tienen su cabida aunque en su mayoría son de producción artesana, estos les solemos encontrar aromatizados en su corteza con hierbas o pimienta, también es muy común encontrarnos con quesos frescos de cabra. Los quesos de oveja aunque haberlos haylos nos son muy conocidos.

Después de ver la Grand Place, el niño meón de Bruselas, la movida de Gante o la mágica Brujas, y de habernos hinchado a Wafles (gofres) y moules (mejillones) siempre acompañados de una cerveza en la mano. Nos volvemos con chocolate en nuestras maletas y con la pequeña nostalgia de la vuelta mirando los diferentes destinos que las compañías low cost nos ofrecen con un solo pensamiento en nuestra cabeza; nuestro próximo viaje.

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