Maridaje de queso con amigos.

Las inquietudes del hombre nos llevan a probar nuevas experiencias y formas de entretenimiento, una buena manera es recurrir a nuestros actos de la vida cotidiana transformándolos en una experiencia agradable, en esas ganas de conocimiento de nuevos mundos una buena oportunidad es “jugar” a maridar queso. Porqué que mejor excusa para pasar un buen rato entre amigos que reunirse a disfrutar de los placeres de la vida, y es que degustar queso acompañado de un vino o una cerveza son nuestros pequeños lujos del día a día.

La clave es sencilla, para conseguir el maridaje idóneo entre un queso y una bebida es necesario que exista un equilibrio entre ambos, una armonía de sabores que nos permita disfrutar y paladear de los dos productos por igual. Partiendo de esto os contamos uno de los maridajes de queso que hemos realizado con amigos y os dejamos algunas ideas para transformalo en una experiencia de lo más divertida.

Nuestra experiencia en un maridaje de queso con amigos

La mejor manera para realizar un maridaje es escoger una bebida y dos o tres quesos, la elección puede ser al azar, según nuestros gustos, o en base a una orientación de los maridajes del vino y la cerveza más armoniosos. Cuanto mayor sea el número de personas que participa, mayor será la fiabilidad de las conclusiones.

selecion bebidaEn nuestra experiencia quisimos complicarlo un poco para hacerlo más interesante y divertido, escogimos unos quesos de diferentes tipos de La Pasiega de Peña Pelada con un vino de Rioja Crianza 2008 (Paternina), un vino blanco de Rueda 2011 (“Verdejo” Yela) y una cerveza Pilsen lager (Raquera Dougall’s). Éramos doce personas y formamos tres grupos, cada uno con una de las bebidas; vino tinto, blanco o cerveza. Con esta repartición buscábamos conseguir mucha información sobre los diferentes maridajes (vino-queso, cerveza-queso) aunque perdíamos en fiabilidad y objetividad al tener solo la opinión de cuatro personas por maridaje.

Para empezar entregamos una ficha a cada miembro del “jurado” para poder estudiar a posteriori las valoraciones que habían dado de cada combinación, esto no es imprescindible ya que simplemente comentando y hablando vamos a obtener conclusiones; pero si queréis sorprender a propios y extraños os lo recomendamos, ya que creará un incentivo más entre nuestros catadores. A continuación entregamos a cada componente del “jurado” una tabla con los diferentes quesos ordenados de más suave a más fuerte y la bebida que les correspondía (tinto, blanco, cerveza). Es importante poner algún tipo de pan que nos sirva para eliminar sabores entre degustación y degustación.

exp tabla

Ya solo queda abordar la situación y dar comienzo a nuestro propio maridaje, empezamos desde el queso más suave al más fuerte ya que, de no ser así, un queso fuerte puede dejar sabores en el paladar que nos impedirían catar de forma adecuada uno más suave. Lo ideal es hacerlo de forma tranquila y todos al mismo tiempo, de manera que entre queso y queso se puedan comentar las opiniones. Si decidís sorprender a vuestros amigos con una ficha para que den una valoración sobre cada maridaje, la experiencia se animará mucho más generando discusiones, debates y comparaciones sobre las puntaciones y sobre nuestras opiniones del maridaje.

medias-maridajeMedia de los resultados obtenidos

Es importante no olvidar que estamos hablando de la media de cada producto; entre los resultados individuales, en algunos casos, se encontraban valoraciones muy opuestas aunque la mayoría de los participantes han tenido criterios muy similares.

A continuación algunos consejos propios de los que consideramos maridajes ideales dentro de nuestra experiencia.

  • La Torta de la Pasiega y el queso de Nata de Cantabria maridan estupendamente con el vino blanco y con la cerveza Dougall’s (tipo lager).
  • El Curado de vaca de la Pasiega y el Mezcla, al no tener al no ser excesivamente curados, combinan bastante bien con las tres bebidas.
  • El ahumado es idóneo para el vino tinto.
  • El queso de oveja enlaza de modo exquisito con el vino tinto. Si no está muy curado, como era nuestro caso, marida bastante bien con el vino blanco.
  • El queso de cabra que degustamos estaba muy curado, con un sabor muy fuerte, lo que le hizo uno de los protagonistas de la sesión. Por tanto se observan altas valoraciones de este producto, nosotros lo recomendamos con vino tinto.

Observando la valoración individual de las fichas se concluye que aunque muchos de los participantes han mostrado criterios muy similares otros se han dejado llevar por sus gustos personales. Lo interesante de estas experiencias son sus múltiples posibilidades, una vez que realizas la primera la imaginación desarrolla nuevas propuestas. En nuestro caso esperamos continuar experimentando con otros vinos, otras cervezas y otros quesos. Os lo contaremos.

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