La elección perfecta del menú es imprescindible en hostelería y cada vez toma más relevancia en la cocina casera donde se busca el equilibrio en la nutrición, la economización del tiempo y los productos… Aunque los entrantes no son el plato más común en el día a día donde nuestra carta particular suele componerse de primer y segundo plato, se vuelven imprescindibles en celebraciones, cenas con amigos e incluso picnics.
Para elegir el entrante es importante valorar el resto de platos que se servirán ya se debe evitar que coincidan en ingredientes con los principales o el postre. Es decir, si estamos sirviendo una tabla de queso como entrante no es usual servir posteriormente una pasta o una carne con salsa de queso, o una tarta de queso como postre. También hay que valorar el número de comensales y el modo en que servirá el plato.
Dentro de los entrantes las ensaladas son las más comunes, tanto en el día a día como en grandes celebraciones; y el queso es uno de los ingredientes que suele acompañarlas. Entre los más comunes se encuentran el de cabra, el fresco, la mozzarella, el brie o el parmesano, pero siempre dependerá del alimento que les acompañe decantándose así por uno más suave o uno con mayor presencia. Dar forma de pastel a estas ensaladas o jugar con sus colores determinará su relevancia en la mesa.
Otra de las opciones más comunes si se busca usar el queso como componente principal del entrante es servir una tabla, que en ocasiones puede acompañarse de embutido. Ya dedicamos un artículo a los consejos imprescindibles para conseguir una tabla perfecta pero nunca hay que dejar de recordar que el gusto está en la calidad. Si el queso es bueno siempre se acertará con él aunque nunca está demás conocer los cortes más adecuados, la mejor presentación, las características de sus mohos…
Como el queso es uno de los alimentos más populares en las mesas de medio mundo las posibilidades de recetas de entrantes son casi infinitas. Dentro de ellas algunas de las más comunes son el queso a la plancha, el paté de queso, las tartaletas de queso con mermelada o salsas, o simplemente unas pequeñas tostas acompañadas de jamón.
Escoger el entrante ideal puede marcar el resultado de la comida o cena, por ello hay que prestar atención también a todo lo que le rodea. En el caso de escoger queso es imprescindible seleccionar también el vino o la cerveza perfectos, el maridaje puede ser un gran determinante de la valoración del menú.
Las opciones para usar queso como ingrediente principal en los entrantes son variadas y como siempre el límite es la creatividad. Atendiendo simplemente al resto de platos propuestos en el menú la imaginación viaja sola por todas las posibles recetas, conocidas o por conocer.
Fotos de JuanJaén (cc) / Pintxo_DaP (cc)